lunes, 19 de enero de 2009

MUCHAS PALABRAS

"Cada uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras” (Anónimo)

Esta sencilla verdad popular suele ser difícil de aplicar porque de alguna u otra manera todos los seres humanos deseamos comunicarnos y ser escuchados.

La tecnología y sus avances hoy en día nos brindan innumerables maneras de hacer oír nuestra voz de tal manera que cada día somos más y más esclavos de nuestras palabras...

En Proverbios 10:19 leemos un concepto demasiado concreto en referencia a esto:

  • “En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente”

Es cierto que encontramos todo tipo de personajes que hacen gala de una aceitada verborragia:

El charlatán: Es simpático... habla, habla, habla... pero no hace mal a nadie.

El vendedor: Trata de ser simpático... No habla por hablar, sino para vender un producto.

El embaucador: También procura ser simpático pero es peligroso... Solo trata de sacar un beneficio de los demás.

El compulsivo: No puede parar de hablar... Trata de ser el centro de atención... No importa demasiado cual es su objetivo, no suele ser simpático...

El pecaminosamente optimista: Habla, vende, cuenta ilusiones... es tan optimista que hace un pecado de ello.

El mentiroso: Suele ser el mentiroso perfecto... cuando termina creyendo sus propias mentiras.

En Proverbios el hablar en demasía es lo opuesto a la sabiduría:

  • “En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para las espaldas del falto de cordura. Los sabios guardan la sabiduría; más la boca de los necios es calamidad cercana” (Proverbios 10:13-14)

En Eclesiastés encontramos una razón a esta situación:

  • “No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia... Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios” (Eclesiastés 5:6-7)
  • “Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad.” (Eclesiastés 6:11)

Las muchas palabras suelen inducir a la vanidad, es decir, lo etéreo o ilusorio. Como “a las palabras se las lleva el viento”, quien hace abuso de ellas sin reflexionar lo dicho suele defraudar o dañar a otros en alguna manera.

Recordemos: El sabio piensa antes de hablar...

domingo, 11 de enero de 2009

¿TENER UN ACCIDENTE O SER UN ACCIDENTE?


Miles de jóvenes en Latinoamérica creen que son accidentes. Piensan que por haber sufrido algunos percances y tener experiencias que no quieren ni recordar se han convertido en un accidente total, sus padres lo piensan, sus amigos lo dicen y su soledad interna se los recuerda.

Por dicha razón se puede andar por la vida pensando que todo es producto de una triste casualidad, y viéndose como pieza de un rompecabezas que alguien nunca quiso terminar.


Cuando se tiene esta mentalidad solo se consiguen saldos negativos, se piensa que por haber tenido malas experiencias la tendencia siempre será la misma, y esto dificulta que puedas ver a un Dios deseoso de ayudarte a cambiar tu realidad, de forma que encuentres Su propósito en esta tierra.

Al pensar en momentos amargos y juventud, siempre se me viene a la cabeza la vida de un chico que nos muestra la Biblia llamado José, Dios había colocado en su corazón sueños y tenía para con el un propósito, pero desde su adolescencia su vida fue realmente accidentada, podríamos decir que tenia la peor suerte del mundo: Hermanos que lo intentaron matar por envidia, vendido como esclavo, difamado como violador por una poderosa mujer y por último encarcelado.

En cada “accidente” tomó la decisión de verse como un triunfador a pesar de todo y en medio de esa cárcel llena de ratas y cucarachas su historia da un giro sorprendente y termina siendo el segundo después del rey del imperio más poderoso de su época.

¡Eso si es una vida accidentada de alguien que tenia un increíble propósito!

Te animo a que pienses que los accidentes no definen que tengas ó no un propósito divino en esta tierra.
Y que a partir de ahora cada que veas un escollo piensa que es solo una palanca útil para hacer cumplir el sueño de Dios en tu vida.

martes, 6 de enero de 2009

SI YO FUESE EL DIABLO ¿QUE HARIA EN LA IGLESIA?

Estimados miembros de la iglesia
Presente

Mi nombre es Satanás, pero me pueden decir como quieran, desde "Lucifer" hasta el "cola de flecha" para los amigos.

Me hicieron esta pregunta , ¿Qué haría yo en la iglesia?
Si me lo permiten, tengo algunas propuestas sobre mi trabajo a desempeñar:

•De partida, no andaría asustando a los cristianos, el susto provocaría que se acercaran más a Dios, es decir "a la competencia".
•No invertiría mucho tiempo en promover herejías, ese trabajo ya me lo hacen varios predicadores famosos y sin honorarios.
•No sacaría cristianos de la iglesia, me son más útiles tenerlos como colaboradores dentro de ella, promoviendo los chismes, la envidia, las rencillas, la arrogancia y la hipocresía.
•No TRASTORNARÍA los programas de la iglesia, es más, apoyaría muchos de ellos con tal de tener a los cristianos 40 años en la congregación y sin haber TRASTORNADO al MUNDO.
•No impediría la lectura de la Biblia, en tanto que se lea sólo para validar y ratificar dogmas ya asimilados y no para dejarse provocar y escandalizar por aquello que nos exige practicar.
•No impediría la vida de oración, en tanto que ella aparte a los cristianos del mundo y de sus necesidades.
•No impediría que se hable de Jesús, en tanto que sea de "Ese Jesús" que lo amoldaron a los paradigmas religiosos, para así ocultar a ese otro que grita desde los evangelios esperando que lo dejen entrar a la iglesia.

También me dedicaría a 3 misiones fundamentales.
1.- Matar
•Mataría las voces proféticas que denuncian la religiosidad hueca y daría larga vida a los fariseos.
•Mataría a todos los líderes que se ponen el "overol" para trabajar en servicio a los demás y daría larga vida a los pastores y líderes "Empresarios" y "patrones de fundo".
•Mataría a los juiciosos maestros de la Biblia, a todos aquellos que luchan para que las Escrituras vuelvan a orientar en las realidades tan complejas en que vive el hombre, en cambio, daría larga vida a los maestros que con dos versículos creen dar respuestas acabadas cerrando el diálogo.

2.-Robar
•Robaría la creatividad y la cambiaría por rutina religiosa.
•Robaría el amor a Cristo y lo cambiaría por un amor a las estructuras.
•Robaría el amor por la Iglesia y lo cambiaría por un amor al "edificio".
•Robaría la defensa legítima de la fe y la cambiaría por una defensa ciega a formas culturales religiosas.
•Robaría el temor de perder la integridad y lo cambiaría por el temor a perder el CARGO que por "TANTOS" años se lleva en la iglesia.

3.-Destruir
•Destruiría la posibilidad de nuevas generaciones de líderes y perpetuaría los cargos vitalicios.
•Destruiría el amor y perpetuaría la indiferencia.
•Destruiría la unidad y perpetuaría la uniformidad.
•Destruiría las convicciones cristianas y perpetuaría el activismo religioso sin reflexión.
•Destruiría las ganas de servir y perpetuaría las ganas de mandar.
•En esencia, destruiría la iglesia desde adentro y dejaría erigido algo parecido a ella, pero sin el Señorío de Cristo, la fuerza renovadora del Espíritu y la compasión del Padre.

Con mucho aprecio
Se despide atentamente
El Diablo